La nadadora catalana se vio obligada a irse del CAR de Sierra Nevada para poder entrar en Cataluña ante la decisión del cierre de fronteras de la comunidad.
Rápidamente, tuvo que montarse en una furgoneta y echar a correr para que el toro no les pillase. De esta forma, Belmonte se ha quedado sin su coto de entreno en un año crucial para ella, con los Juegos Olímpicos a la vuelta de la esquina, aunque con todo lo del coronavirus… Igual está algo más lejos.
Al igual que Mireia, todos los nadadores se van vuelto a casa y por supuesto no van a poder disfrutar de instalaciones para practicar su gran pasión. Aun con esto, los nadadores también ha perdido la oportunidad de participar en el Open de Marsella, una prueba que la Federación tenía en su calendario para ir afinando la puesta a punto de los nadadores de cara a unos Juegos que están en peligro.