El baloncesto en silla de los Juegos de Tokio, bajo vigilancia

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La Federación Española de Deportes de Personas con Discapacidad Física (FEDDF) ha iniciado el proceso de revisión de jugadores de baloncesto en silla de ruedas de las clases 4,0 o 4,5 que pueden ser elegidos para disputar los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020, tanto en la selección masculina como en la femenina. España lleva sin acudir sin ambos equipos desde Barcelona 1992.

La FEDDF ha comenzado este proceso después de que el Comité Paralímpico Internacional (IPC, por sus siglas en inglés) advirtiera el pasado viernes de que ha decidido eliminar el baloncesto en silla de ruedas de los Juegos de París 2024 y podría hacerlo para Tokio 2020 si la federación internacional de este deporte (IWBF, en inglés) no cumple por completo con el Código de Clasificación de Deportistas del organismo paralímpico.

El IPC, en una decisión unánime adoptada por su Junta de Gobierno en una reunión celebrada en Bonn (Alemania) del 23 al 25 de enero, exigió a la IWBF que adopte un plan de acción antes del próximo 29 de mayo con vistas a Tokio 2020 y adopte medidas antes del 31 de agosto de 2021 para levantar la exclusión del baloncesto en silla de ruedas en París 2024.

Este deporte es uno de los deportes con más tirón en el programa paralímpico y está presente en los Juegos desde la primera edición, disputada en Roma en 1960.

Por orden del IPC, todos los baloncestistas en silla de ruedas de las clases 4,0 y 4,5 que competirán en Tokio 2020 deben volver a ser reevaluados antes del próximo 29 de mayo.

Los jugadores de baloncesto en silla de ruedas tienen una clasificación funcional que va de 1,0 a 4,5, con intervalos de medio punto. La más baja indica que son deportistas con mayores limitaciones de movilidad y la más alta corresponde a los de mayor capacidad funcional para este deporte. 

Por su parte, la IWBF respondió que su filosofía de clasificación es hacer que el baloncesto en silla de ruedas sea “lo más inclusivo posible” para facilitar la práctica de este deporte, mediante una filosofía propia de clasificación respetada por el IPC hasta que éste revisó su Código.

Además, añadió que ha trabajado “arduamente” en el último año y medio para llegar a un acuerdo con el Comité de Clasificación del IPC, y que todos sus deportistas clasificados internacionalmente han pasado por “un proceso de clasificación exhaustivo y su elegibilidad no está en duda”.

“MÁXIMA COLABORACIÓN”

En esta tesitura, el Comité Paralímpico Español (CPE) ha reclamado a todas las partes que hagan “todos los esfuerzos necesarios para lograr que un deporte tan emblemático, espectacular y mediático como el baloncesto en silla de ruedas se mantenga con normalidad en el programa de los Juegos Paralímpicos”.

La FEDDF mostró su “máxima colaboración” con la IWBF y con el IPC para que los baloncestistas españoles cumplan con los criterios marcados por el Código de Clasificación de Deportistas del Comité Paralímpico Internacional, con el fin de que se les posibilite su participación en Tokio 2020. “Estamos seguros de que se encontrarán las vías oportunas para que el Baloncesto en silla de ruedas siga siendo uno de los buques insignia del deporte paralímpico en próximos Juegos”, añadió.

Tras las negociaciones entre el IPC y la IWBF, la FEDDF trabajará para que jugadores seleccionables puedan estar en Tokio 2020. Así, deberá enviar como muy tarde el próximo 28 de febrero una lista de jugadores de clases 4,0 y 4,5, y sus correspondientes formularios individuales. Entre el 28 y el 30 de marzo podría remitir otra relación adicional de deportistas para su preceptiva verificación.

La Comisión de Clasificación de la IWBF examinará los listados y los formularios individualizados de todas las federaciones nacionales y enviará sus resultados al Comité de Clasificación de Deportistas del IPC el próximo 1 de mayo. La evaluación se hará durante 15 días y remitirá su análisis a la federación internacional el 18 de mayo.

El 29 de mayo acabará el proceso con la información de la IWBF a todas las federaciones nacionales de los resultados del proceso de revisión de evaluación de jugadores que podrían competir en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020.

En una segunda fase y después de Tokio 2020 tendrán que revisarse las demás clasificaciones, esto es, los jugadores de puntuaciones 1,0; 1,5; 2,0; 2,5; 3,0, y 3,5 (fuente de la noticia: @FEDDF).

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